Durante esa noche, Veronika sintió miedo, pues una cosa era la acción rápida de las pastillas y la otra tener que esperar la muerte durante una semana.
Pensaba en la opción de buscar mas pastillas o en su defecto arrojarse desde lo alto de aquel edificio. Miro a su alrededor, que todas aquellas ventanas se encontraban enrejadas. El cuarto en el cual se encontraba era cuidado por una enfermera, quién se encontraba leyendo. Veronika decidió levantarse, pues por lo que le había comentado el doctor llevaba alrededor de 3 semanas sin caminar. Se dirigió hacia donde estaba la enfermera, quien dejo de leer y la observaba. El trayecto de su cama a la puerta, estaba rodeado de al menos 20 camas.
Pidió ir al baño, a lo que la enfermara solo señalo el camino, Veronika buscaba una salida o un modo de dejar aquel lugar, sin embargo el baño no tenía puerta, pensó en asistir a la enfermera y someterla para conseguir la llave, pero estaba demasiado débil para eso.
Veronika pregunto si aquel lugar era una cárcel, a lo que aquella enfermera que había abandonado la lectura y seguía todos los movimientos de ella contesto que no, que aquel lugar era un manicomio. Veronika dijo que ella no estaba loca, la mujer río y dijo, es lo mismo que dicen todas. Veronika le pregunto que era un loco, la enfermera dijo que eso tenía que preguntárselo al otro día a su medico y que era momento de regresar a su cama o seria necesario aplicarle un sedante.
Ella obedeció, de regreso a su cama escucho una voz susurrante desde otra de las camas, pensó en ignorarla por que no quería hacer amigos, pero la voz le pregunto, ¿ud no sabe que es un loco? Me llamo Zedka, vaya a su cama y en cuanto el vigilante compruebe que duerme arrástrese por el suelo y venga acá. Veronika, por la intriga hizo lo que aquella mujer le dijo y discutieron unos momentos sobre aquel concepto.
Veronika le pidió ayuda a aquella mujer para conseguir pastillas, pero antes de que Zedka pudiera responder, la enfermera llego con una jeringa, diciendo: puedo aplicarla yo misma o pedir que me ayuden allá afuera. Así que Zedka le dijo a Veronika, ahorra tus fuerzas para conseguir aquello que me pides, fue así como Veronika decidió irse a su cama.
El día siguiente fue el primer día normal para Veronika en el manicomio, salio de la enfermería, desayuno, salio a tomar el sol, por llamarlo de alguna manera por que no había tal sol, pero era el momento de estar en el jardín cubierto de nieve.
Se le acercó una mujer, le dijo soy Zedka, ya que la noche anterior no había podido ver su rostro, debido a que permaneció agachada. Le pregunto, ¿recuerda nuestra conversación de anoche? Veronika le contesto, por supuesto. Zedka la tomo del brazo, caminaron juntas y le platico de Villete. Le dijo que no era un lugar tan malo como lo hacían parecer. Le hablo de la fraternidad, como un grupo de personas que podían ayudarle a conseguir lo que Veronika quería.
Mientras caminaban Zedka señalo una mujer de nombre Mari, perteneciente a la fraternidad. Después de un momento una punzada vino al corazón de Veronika y pidió estar sola.
Paso unos instantes en el jardín, se dirigió a comer y posteriormente cada uno de los enfermos se fue a realizar distintas actividades. Veronika observaba a Mari, quien se encontraba con un grupo mas grande de personas en la sala, tratando de escuchar lo que decían, pero cuando se acerco ellos se callaron, la miraron y le preguntaron ¿que deseaba? Ella contesto, nada, solo pasaba. Ellos rieron y la humillaron, se aparto, dio la media vuelta y salio al jardín con sus ojos llenos de lagrimas.
Pensó, ya paso un día, solo me quedan 4. Camino un poco por el frió, recordando su infancia, lo que había logrado conseguir y algunos de sus sueños, que por supuesto no cumpliría.
Regreso a la sala y se dirigió al grupo, en especial al hombre de más edad que parecía ser el líder a quien le propinó una bofetada, dejando aquel lugar para dirigirse a su dormitorio.
Aunque se arrepintió un poco por el acontecimiento, no se rindió, siguió con la rutina, continuo con la forma de vida de aquellas personas que pasaban su tiempo en el manicomio.
Al día siguiente desayuno con Zedka, pero antes de su salida a tomar el sol, el enfermero de Zedka le recordó que era día de tratamiento, Veronika pregunto que era eso y Zedka solo la invito a ver lo que era.